Ferrari Daytona SP3 “599+1”: vendido en subasta por 26 millones de dólares

El Ferrari Daytona SP3 único “599+1” alcanzó 26 millones en la subasta de RM Sotheby’s, marcando récord y apoyando causas benéficas.

El mundo del automovilismo vivió un momento histórico en la Monterey Car Week 2025, cuando un exclusivo Ferrari Daytona SP3 “599+1” alcanzó los 26 millones de dólares en la subasta de RM Sotheby’s. Esta cifra convierte al superdeportivo en uno de los autos más caros jamás vendidos en subasta, consolidando a Ferrari como referente absoluto en el mercado de coleccionistas.

Un Ferrari único en el mundo

Ferrari fabricó únicamente 599 unidades del Daytona SP3, todas destinadas a clientes selectos de la marca. Sin embargo, la firma de Maranello decidió crear una pieza adicional, denominada “599+1”, con un propósito especial: ser subastada y destinar el 100% de sus ingresos a la Ferrari Foundation, organización dedicada a proyectos educativos y de reconstrucción de escuelas en zonas afectadas por incendios en California.

Diseño y detalles exclusivos

El Daytona SP3 subastado destaca por un tratamiento de Tailor Made, con carrocería en fibra de carbono expuesta y detalles en Giallo Modena, incluyendo un inédito estampado del logotipo Ferrari a lo largo de la carrocería. Su interior también es una declaración de innovación, con tapizados fabricados en materiales derivados de neumáticos reciclados, además de fibra de carbono de especificación Fórmula 1.

Bajo el capó, late un V12 atmosférico de 6.5 litros, capaz de entregar 840 caballos de potencia, con aceleraciones de 0 a 100 km/h en 2.85 segundos y 0 a 200 km/h en apenas 7.4 segundos. Un rendimiento que homenajea la gloriosa era de los prototipos deportivos de Ferrari en los años 60 y 70.

Récord de subasta

Con sus 26 millones de dólares, el Daytona SP3 “599+1” se posiciona en la lista de los autos más caros vendidos en la historia de las subastas, demostrando que la combinación de exclusividad, diseño y propósito benéfico puede generar un valor incalculable en el mercado internacional.

Este Ferrari no solo es un superdeportivo de colección, sino también un símbolo de cómo la pasión por los autos puede transformarse en una herramienta de impacto social positivo.

Federico Castillo

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